Atento a las nuevas necesidades de consumo que se están dando en el mundo de la panadería, Louis Fernandez, con décadas de experiencia en el sector, ha apostado por crear Amiette, una nueva firma dedicada a ofrecer a la hostelería una amplia gama de panes tradicionales y especiales sin gluten, maíz, lactosa y conservantes, elaborados con masa madre de harina de sarraceno ecológica.

¿Qué características tendrá la panadería del mañana? Tal y como explicaba Louis Fernandez a un grupo de aprendices panaderos en la última edición de la feria parisina Europain, “la panadería del siglo XXI pasará por conservar la tradición que conduce al prestigio, incorporando en los procesos de fabricación el resultado de la investigación y el desarrollo científico”. Es esta una premisa que se puede apreciar claramente en la gama de productos que está lanzando bajo el nombre de Amiette.

Amiette no solo se nutre de la dilatada experiencia que Louis Fernandez ha acumulado durante décadas, sino también de los siete años de investigación que un amplio equipo de panaderos, ingenieros agrónomos, biólogos y expertos en dietética y nutrición han realizado en el parque científico y tecnológico de la Universidad de Girona. El objetivo que tenían estaba claro: encontrar un pan sin gluten y sin lactosa que fuera único y apto también para el colectivo vegano y para la dieta kosher. Un producto único con formula y proceso patentado. En definitiva referencias atentas a un colectivo que crece día a día.

Los resultados ya se han dado a conocer, y la gama de productos de esta empresa, que abarcan desde distintos formatos de panes hasta dulces y bollería, se ha expandido rápidamente más allá de España, llegando a países como Francia, Polonia, Alemania, Estados Unidos y Argentina gracias a una sólida red de distribuidores y colaboradores.

El nombre de Amiette (La Pequeña Amiga) es originario de la Provenza francesa, buscando de esta manera asociarse al encanto y vida sosegada por la que es conocida y admirada esta región.

Como destaca el alma mater de esta compañía, “elaborar pan es un oficio noble destinado a producir el alimento más universal y con una historia tan ancestral como la de la propia humanidad. La ciencia debe encontrar ahora un soplo de aire nuevo, aunque los elementos fundamentales que estructuran este producto sigan siendo permanentes: la tierra, el agua, el fuego, la muerte y el renacimiento del grano de trigo, todo ello sublimado por la mano del hombre y la esencia de la perfección”.